Sociedad Animal: Mujeres Animalistas que Inspiran
"Pistito" y El Inicio de una Causa
Laura Espinosa, médico, animalista y Presidenta de Sociedad Animal A.C. desde niña, entendió el dolor animal a través de Pistito, un gatito que curiosamente nació el mismo día que ella. Pistito sufrió rechazo en su propio hogar. Compartir y entender su sufrimiento despertó en Laura una misión: Proteger a los más vulnerables.
Uno de los mayores retos que ha enfrentado fue cambiar la mentalidad de un familiar que no veía a los animales con empatía.
Hoy como pieza fundamental de Sociedad Animal A.C., trabaja en equipo por un mundo más justo para ellos. Su mayor logro no es solo salvar vidas, sino inspirar a otros a hacerlo también.
Una voz para los que no tienen voz
Desde niña, Silvia Álvarez sintió una gran empatía por los animales. La crueldad que presenció en la preparatoria la impulsó a usar el periodismo para crear conciencia.
Su mayor reto ha sido demostrar que la defensa animal es una causa muy valiosa. Con perseverancia, logró que los medios dieran espacio a historias de rescate y campañas de esterilización.
Ha sido clave en la prohibición del sacrificio en Puerto Vallarta, Jalisco y en la creación de la Dirección de Bienestar Animal. Pero su mayor sueño es inspirar a las nuevas generaciones para que ésta lucha termine cuando los animales sean cuidados y respetados como merecen.
El Respeto por la Vida
Desde pequeña, aprendió que el respeto y el amor por la vida no tienen excepciones. Los animales han estado siempre presentes en su vida, al igual que su compromiso con ellos.
No se considera solo una "animalista" sino alguien que defiende la vida en todas sus formas. Le duele la indiferencia, ya sea hacia un animal maltratado, un árbol talado o un niño enfermo.
Su mayor logro, hasta ahora, es haber cambiado la forma en que algunas personas ven a los animales, enseñándoles a respetar su vida. Y hacerlo junto a su esposa, su compañera en ésta causa, lo hace aún más significativo.
Pequeños Actos, Grandes Cambios
Todo comenzó con algo simple: pasear a sus perritos con correa y recoger sus heces. Un pequeño acto de responsabilidad que reflejaba su deseo de aportar algo bueno a su comunidad. Sin planearlo, terminó sumándose a Sociedad Animal A.C., ofreciendo su ayuda en lo que hiciera falta. Sin retorno, pero con propósito.
Los retos han sido muchos, desde lidiar con egos dentro del movimiento animalista hasta encontrar la forma correcta de transmitir educación con tacto pero firmeza. En cada campaña de esterilización, insiste en la importancia de esterilizar y vacunar, explicándolo con paciencia y empatía.
La mayor satisfacción llega cuando ve cambios pequeños pero inmediatos: un perro bajado de la azotea, una niña entendiendo el cuidado postoperatorio del perro o gato que está a su cuidado. No busca que todos amen a los animales como ella lo hace, pero si que sean respetados sin excepciones. Al final, transmitir información a las nuevas generaciones es un reto pero es posible, lo importante es que estén dispuestos a escuchar.
Un Compromiso con los Animales
El abandono y maltrato animal fueron el detonante para Amelia. El primer paso: Acercarse a un albergue y ayudar.
El mayor reto ha sido lograr que las autoridades empaticen con ésta causa. Amelia tiene muy claro el objetivo: trabajar en conjunto con organizaciones y con la sociedad es la clave para erradicar el abuso y abandono animal.
Cada dia está lleno de pequeños logros para Amelia, capacitarse constantemente para ayudar de forma efectiva, formar parte de diversas organizaciones y crear conciencia sobre el respeto a todo ser vivo. Porque solo con educación y acción se puede lograr un verdadero cambio.
Empatía que Transforma
El amor por su hermano llevó a Mónica Díaz a comprender la vulnerabilidad como pocos. Él sufrió el rechazo de una sociedad incapaz de comprender su condición, y por ello, en cada animal ve reflejada esa misma indefensión. Por esto, se unió a Sociedad Animal A.C., convencida de que la educación puede cambiar percepciones y generar respeto.
Mónica se ha enfrentado a el egocentrismo y antropocentrismo arraigado en la sociedad. Pero la única forma de salir adelante, es difundiendo información y promoviendo el cambio.
Su mayor logro no está en imponer, sino en inspirar. Ver a su familia y amigos transformar su trato hacia los animales solo por observar su ejemplo es su mayor satisfacción. Y así, poco a poco, la empatía se va contagiando.